Desconozco cuándo sucedió esto exactamente, pero me dio mucha risa, sobre todo la canción que le ponen de fondo. En una jugada el árbitro estorba el camino del jugador del Liverpool, pero éste no puede frenar su carrera y termina llevándose de corbata al silbante dejándolo derribado en el césped y pegándole a otro jugador del equipo contrario. Total, fue toda una carambola.